martes, 9 de diciembre de 2014

Una vieja amiga

La muerte cansada de matar, habia decidido morir. pero había un problema: no sabía como hacerlo.
Se dirijió entonces al hombre más anciano de la tierra, el próximo en su lista y le preguntó:
-Oh anciano hombre, ¿Cómo haces para morir?
A lo que el sabio anciano respondió:
-Yo no decido morir vieja amiga, yo decido vivir cada instante hasta que mi cuerpo lo permita.
La muerte indignada, se retira pensando, pero sin antes darle el toque mortal a aquel anciano con sus palabras confusas.
-¿Decidir vivir? Pensaba la muerte, que frase mas extraña.Con el pasar de los siglos, y estudiar mas detenidamente a los seres humanos, la muerte encontró el sentido de su existencia: Dejar vivir a las personas todo lo que sea necesario para que ellas puedan aprender en este mundo todo lo que su espíritu se lo permitiera y asi pasar al más allá en su plenitud. En ese instante sintió una presencia detrás de suyo y giró. Era la muerte de muertes.
-Felicitaciones, encontraste el sentido de tu ser y decidiste vivir por ello. Admiro tu perseverancia, aunque ahora ya conoces el final de este encuentro, ¿No es asi?
-Asi es vieja amiga, lo conozco.