lunes, 29 de septiembre de 2008

La vieja de las Palomas

Me llaman de muchas maneras, vieja loca, mendiga, sucia, bruja… pero hay uno de esos apodos que me lo dicen más seguido: Vieja de las palomas.

Será porque todos los días la mayor parte de mi tiempo, estoy sentada en la plaza dándoles de comer. No siempre es verdad, pero muchas veces, los apodos que nos dan, nos van forjando una personalidad. Si nuestro carácter no es fuerte, eso puede ser dañino para nuestra persona. Hay que tener carácter para soportarlo, para llevarlo adelante, para demostrar que atrás hay una persona exactamente igual que ellos y que no somos solo un apodo. Todo esto me lo enseñó mi padre antes de desaparecer un día inesperadamente. Él salió a trabajar como todos los día y simplemente ya no volvió. Fue ahí cuando todos tuvimos que empezar a traer dinero a casa.

Empecé de chiquita y tenía que trabajar vendiendo tarjetitas en el tren. La gente se alejaba diciéndome mugrienta o linyera. Yo sabía que no tenía que hacerles caso, que eso solo me haría peor y hasta me debilitaría. Cuando me quedaba sola en los andenes, esperando el próximo tren, observaba el volar de las palomas, como se juntaban todas en un cable. Luego también limpiando los parabrisas de los automóviles, me decían de todo porque nadie quiere que le limpien ni que le toquen su auto. Yo solo lo hacía para poder comer. Los autos más sucios que tenían excrementos de aves, en general no me decían nada, y hasta me daban dinero. Cuando mi madre murió y quedé sola, ya nada me importaba y poco a poco fui perdiendo las esperanzas. Me quedaba dormida en las plazas, y cuando me levantaba, estaba rodeada de palomas. Todos los días igual. La gente pasaba y se reía de mí, porque yo conversaba con ellas. Era lógico, las conocía de toda la vida, cómo no iba a hablarles.

No puedo recordar cual fue el momento, pero con el pasar del tiempo, ellas empezaron a responderme. Mantenía largas charlas y me contaban sobre la vida de las personas. Ellas están en todas partes. Ellas todo lo escuchan. Basta tan solo una ventana abierta, un agujerito en la pared o un altillo abierto, para que haya una paloma escuchando lo que en una casa ocurre. Poco a poco ellas venían a mi más seguido a contarme sus aventuras y chusmerios. Sé que no podrían vivir sin mí. Las alimento diariamente, les hago compañía. Ellas me pertenecen y yo les pertenezco a ellas. Siempre las protejo de las personas. Las personas son nuestros verdaderos enemigos. Los chicos tirando piedras, queriendo derribar a una de mis queridas palomas. Los adultos queriendo deshacerse de ellas porque no les gustan o porque ensucian. No sé cuando fue el momento en que empezaron a hablarme. Sé que fue mucho tiempo después de que ya dependieran pura y exclusivamente de mí. Después de que la gente ya me conociera. Me dicen la vieja de las palomas. Quizás lo sea.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

El eterno Proceso

-¿No tenés miedo?
-¡Claro que no! ¿Porqué debría tenerlo?
-Porque el momento está cerca, y en cuanto te unas a tu compañero, serás libre, pero expulsado de este lugar.
-Asi es mi querido amigo. Es para eso que estamos aquí vaya a saber quién desde cuando. Nuestra manera de aportar al todo, es unirnos a otros, para poder dar lugar al Proceso.
-Eso mismo es lo que más miedo me da, El Proceso.
-Es inevitable. Es algo por lo que si o si hay que pasar. Pero es tan natural como nuestra existencia misma. ¿Qué sentido tendría estar aquí, alejados de todos, y sin Proceso?
-No lo sé. Tengo miedo, y no puedo evitarlo. Ahora, cuando empezamos a sentir los cambios, sé que el momento está próximo. Quiero que sepas que voy a extrañarte. Que si puediara pedir un último deseo, sería ser tu compañero para enfrentar al Proceso y emprender el viaje juntos.
-Eso sería un honor para mi. Esperar al Proceso junto a vos aumentaría las probabilidades de que estemos juntos en el viaje.
-Te lo agradezco mucho. Eso me hace sentir mucho mejor. Sé que lograremos grandes cosas juntos.
-No lo dudes ni un instan…

-¿SENTIS ESO?
-SI, DEFINITIVAMENTE SI
-El momento ha llegado
-Estoy listo
-Yo también.

Ahora somos uno solo, las charlas serán distintas, pero seguirán hasta el último instante. Aún queda un largo camino hasta la superficie. Sin querer, ya estamos en el Proceso. Que bello es todo, cuanta energía por doquier, cuanta luz.
¿Dónde terminaremos al salir de aqui? ¿Saldremos hacia lo desconocido o terminaremos impactando contra alguno de los cuerpos celestes conocidos? El lanzamiento está listo y es mi turno.
Ya estoy en camino. La oscuridad inmensa me rodea. No hay nada cerca, solo atrás mi casa milenaria, se aleja. Adiós amado sol, confio en el destino que nos asignaste al enviarnos en esta dirección. Solo espero que podamos ser útiles en el lugar donde llegue el calor o la luz que, después de todo, es lo que somos ahora.




Y asi, día tras día, hora tras hora, segundo tras segundo, las moléculas de hidrógeno se fusionan entre sí para formar helio. Todo esto ocurre en el núcleo de nuestro Sol. Luego viajan hacia la superficie y es ahí, en la fotósfera, donde se emite la mayor cantidad de luz visible. Esto viene sucediento hace millones de años y seguirá asi por otros tantos…

jueves, 11 de septiembre de 2008

De adentro

¿Qué son los sentimientos? No es algo que posea terminales nerviosas, no es algo tangible, no es algo que pueda escucharse o verse... pero están ahi.
Es increible, que algo tan cotidiano, sea tan dificil de explicar o describir. ¿Qué hace a nuestro cuerpo sentir? ¿Será la manera de expresarse de lo que realmente somos? Me refiero a lo que somos más allá del cuerpo/envase que poseamos, de algo mucho más profundo.
Sino, tratemos de describir algo aún mas sencillo: La risa. ¿Qué es la risa?¿Qué es algo gracioso?
Es muy intrigante, una vez que lo pienso, que algo te dé gracia. Y la manera corporal universal de expresarlo, es a través de una carcajada. Es increible lo que sentimos en esos momentos, pero muchas veces son inadevertidos. La sensación previa al llanto, a la carcajada, al susto, es como sentir por dentro que somos un globo llegando al máximo de su elasticidad y finalmente explotando de la manera que tenga que explotar. La próxima vez, concéntrense en esas cosas y traten de reflexionar sobre ellas, quizás juntos llegemos a alguna conclusión. Lo más probable es que no llegemos a nada y terminemos riéndonos de nosotros mismos tratando de explicar cosas que no tienen explicación.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Verbos

Cuando algo es realizado muchas veces, el lenguaje mismo evoluciona y puede convertir ese hecho en un verbo. Si por lo contrario no lo merece, simplemente puede permanecer tal cual és, y generar un verbo compuesto, aunque un poco mas complicado para usarlo. Los seres humanos hacemos evolucionar el idioma día a día, sin embargo hay un tema que me preocupa bastante:
¿Porqué existe un verbo para la mentira, y no una para la verdad?
Una persona “miente” o “dice la verdad”, vemos que existe “”mentir pero no existe algo como “verdar”.
¿Mentimos más de lo que decimos la verdad?
Mantengo la esperanza de que solo sea un hueco en el idioma, y simplemente queda en forma tradicionalista porque un verbo compuesto suena más fuerte, potente e importante.
¡Si! Espero que sea por esa razón.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

mEMOrias

No puedo creer que te hayas ido. Todos los planes que teníamos juntos, todas las vidas que viviríamos juntos, todos los viajes planificados, ya no existen. Lo peor de todo, no es que no existan, sino que da lo mismo que hayan existido alguna vez, por lo que en realidad en este momento nunca existieron más que en un lejano recuerdo de melancolía y desesperación por aferrarse a algo.

¿Quién se va a reir de mis chistes? ¿Quién me va a abrazar por las noches?

Ya nada tiene sentido. ¿De que sirve tener mi corazón latiendo por alguien que ya no está, alguien que ya no va a volver? Es indistinto que esté dentro mío o siendo devorado por alguna alimaña del bosque. Nunca pensé poder sentir el vacío que siento, un vacío donde nada existe, donde nada importa, donde el pasado se esfuma a cada instante, donde no hay un presente pero si un futuro negro y desolado. Mis lágrimas no son suficientes para expresar lo que siento en este momento. El dolor físico y el auto flagelamiento solían ayudarme en momentos como este, pero ya no es así. Esto supera toda mi realidad. Sé que si abriera mis venas con una gillette y me tendiera en la bañadera, nadie vendría, nadie lloraría por mi. Yo mismo me siento desaparecer, es más, no logro distinguir mis pies, no los siento. ¿Qué significa esto? ¿Estaré muriendo? No es tan malo después de todo. Dejo de sentir completamente las piernas. El pasado deja de desvanecerse. Yo mismo no estoy desapareciendo, sino que… ¡Me veo! Me estoy viendo a mi mismo, escribiendo estas palabras. Puedo ver la tristeza que siento, pero estoy más allá de ella. Puedo sentir la felicidad de otros, puedo sentir el amor que viene del exterior, puedo mirar el sol y saber que da vida, como el agua al caer en la tierra seca. Puedo ver que el mundo en el que estoy sumergido no es el único, y que tampoco me encierra dentro, sino que me encierro yo mismo, por temor, por miedo, por costumbre. Las letras van llegando a su fin. Empiezo a sentir nuevamente la angustia. Lo único que espero, es que al volver a mi cuerpo, pueda recordar todo lo que logré ver desde aquí. De que hay que seguir adelante, de que no hay que rendirse.

El pasado vuelve a desvanecerse. Vuelvo a mi cuerpo ¿Felicidad?¿Porqué estaba pensando en ella? La carta va terminando. Realmente no recuerdo en que pensaba mientras la escribía. Mi vida ya no tiene sentido alguno. ¿Qué sentido tiene salir? No lo sé, sin embargo, siento la necesidad de salir a la luz del día. No quiero terminar este escrito, sin decir que te amo, y que nunca voy a dejar de amarte, hasta el día en que la chispa de mi vida se extinga en la soledad que yo mismo me creé.

Dejo la carta sobre la mesa, y salgo a despejarme un rato. El arco iris recorre todo el cielo. No hay nubes, y el calor del sol calienta mi rostro. ¿De donde salen estas ganas de seguir adelante? Escucho un perro ladrar y lo veo venir. Se deja acariciar y me lame la mano antes de alejarse corriendo. ¿Dudo? ¿Qué estaba apunto de hacer cuando escribía? ¿Habría sido mi carta de despedida de este mundo? No lo se. Una parte de mi quiere seguir, quiere caminar. Otra quiere retirarse, demasiado cansada para volver a soportar una perdida como esta. No sé que hacer. El rostro de mi madre aparece en mis pensamientos. También a ella la amo. Amo a mi papá y a mis hermanos. No podría ser tan cobarde de abandonarlos a ellos como alguien me abandonó a mí. No lo voy a hacer…








…al menos no hoy